El filtro debe ser lo suficientemente grande para que el té tenga el espacio necesario para expandirse. De este modo sus sabores sutiles pueden liberarse adecuadamente.
Cuando decidimos dar el paso y probar los tés a granel y su amplio abanico de aromas y sabores, muchas veces no sabemos qué filtro utilizar o cuál es el más adecuado en cada ocasión. Explicaremos a continuación los tipos que puedes encontrar, cuáles utilizar según el té o el momento y qué tener en cuenta para asegurar que estas adquiriendo un buen filtro.
Tradicionalmente, el té suelto es hecho directamente en la tetera. Esto implica la necesidad de extraer el té después de un determinado tiempo de infusión. Evita utilizar el mismo filtro en distinas „familias de té“. Recuerda que el té tiende a absorber olores y sabores extraños.
El filtro debe ser lo suficientemente grande para que el té tenga el espacio necesario para expandirse. De este modo sus sabores sutiles pueden liberarse adecuadamente.
Los tipos de filtro que tenemos son:
– Filtros de papel:
Consisten en un sobrecito de papel, que se abre ligeramente por una abertura para introducir las hojas de té. Una vez usado, se desechan. Hay que revisar que sean filtros biodegradables, blanqueados sin cloro y sin adhesivos añadidos.
Este tipo de filtro de té es aconsejable para:
- aquellas infusiones de hoja pequeña como puede ser el rooibos
- tés de hoja tipo oolong o tés blancos que no queremos someter a presión
- muy útil para hacer grandes cantidades de té tipo en jarra o tetera (en este caso necesitaríamos el accesorio de soporte)
- para personas que quieren hacerse su té en su mesa de trabajo. Estos últimos, pueden tener en una latita unas cuantas bolsitas preparadas con el té y simplemente llegar a su mesa e introducirla en la taza. Cuando lo quiera desechar, lo tira directamente en la papelera.
– Infusores tipo colador:
Este tipo de infusores también permite tratar el producto sin someterlo a presión pero habrá que ver si los orificios del filtro son de menor o mayor tamaño para utilizarlo con infusiones de hoja pequeña o no. Son muy prácticos dependiendo si el cliente lo va a utilizar siempre en la misma taza o tetera o bien quiere utilizarlo en cualquier taza o vaso disponible. Y por material, los hay de PVC, cerámica o acero inoxidable. El acero inoxidable no tiene sabor y puede limpiarse fácilmente.
Los infusores tipo colador de malla fina y acero inoxidable son los que más aconsejamos, ya que sabemos por experiencia que son los que mejor resultado ofrecen, filtran muy bien, sin dejar residuos y son muy cómodos.
– Infusores de bola:
Ya sea el de pinza o el de cadena: Estos filtros se pueden guardar en cualquier cajón y se abren o bien presionando sobre el asa o abriendo el cierre (en el de cadena) para introducir las hojas de té y volver a cerrar.
Estos infusores son muy cómodos pero no recomendados para infusiones de hoja grande o enrollados por la presión que acaba ejerciendo sobre el té, en el caso de infusiones de hoja muy pequeña como el rooibos hay que tener cuidado porque puede llegar a escaparse parte del producto. Si optamos por este tipo de infusor intentemos que sean de un tamaño no muy pequeño y sobre todo es muy importante tener en cuenta que sean de acero inoxidable.
